Josie Gold quería hacer todo lo que estuviera a su alcance para evitar enfermarse gravemente a causa del COVID-19, que contrajo a fines de febrero.
Pero, después de una consulta virtual con un médico de Oregon Health & Science University, Gold supo que su única opción era el remdesivir, porque los otros tratamientos tenían interacciones peligrosas con los medicamentos recetados que tomaba de manera rutinaria. Así es que, durante tres mañanas seguidas, visitó la clínica de tratamiento de pacientes con COVID-19 de OHSU en el vecindario de South Waterfront, en Portland, para recibir infusiones del medicamento antiviral.
“Me sentía realmente muy mal cuando llegué para recibir mi primera infusión”, dijo Gold, de 47 años y oriunda de Portland. “Pero al día siguiente ya sentía menos fatiga y bastante menos dolor muscular. Y además empezó a resultarme más fácil respirar. Mejoré de a poco, pero de manera constante, y me siento agradecida de haber podido recibir ese tratamiento”.
OHSU es el único hospital de Oregón que ofrece el remdesivir —un medicamento que evita que las personas sufran la forma grave y a veces mortal del COVID-19— a pacientes que no están hospitalizados.
Conocido también por su marca comercial, Veklury, el remdesivir es un medicamento antiviral que interrumpe la producción del virus que causa el COVID-19. Aunque este tratamiento para el COVID-19 tiene aprobación de la FDA tanto para pacientes hospitalizados como para pacientes ambulatorios, los hospitales más cercanos que lo ofrecen a los pacientes que no están hospitalizados se encuentran en el norte de Idaho y en Sacramento, California.
Los pacientes con síntomas leves o moderados reciben remdesivir a través de tres infusiones intravenosas diarias que se administran en un hospital en el curso de algunas horas. Como los sistemas de salud siguen sufriendo la escasez de personal y la cantidad de casos de COVID-19 disminuyó, hay menos hospitales que ofrecen infusiones de remdesivir.
“Aunque hoy estamos mucho mejor, la pandemia no terminó, y los pacientes que se enferman siguen necesitando ayuda”, dijo Young Yoon “YY” Ham, Pharm.D., especialista en farmacología para enfermedades infecciosas que colabora con la clínica de tratamiento de pacientes con COVID-19 de OHSU. “Recibir tratamiento a los pocos días de haberse enfermado es particularmente importante para quienes corren mayor riesgo de enfermarse gravemente a causa del COVID-19. Mi deseo es que todas las personas que viven en Oregón sepan que seguimos aquí para ayudar y que es importante que nos contacten lo antes posible si se enferman, ya que el remdesivir es más efectivo cuando se administra en forma temprana, cuando los síntomas todavía son leves”.
Entre quienes corren mayor riesgo de enfermarse gravemente a causa del COVID-19 se incluyen a las personas mayores de 50 años, las personas con ciertas afecciones como presión alta, diabetes u obesidad, y a las personas que toman medicamentos que comprometen el sistema inmunitario, como los que toman pacientes que recibieron trasplantes de órganos o los que se usan para tratar afecciones de la piel como psoriasis o eccema. La mayoría de los pacientes se pueden tratar con medicamentos de administración oral, pero, para quienes no pueden, el remdesivir puede ser su única alternativa efectiva.
En la actualidad hay tres medicamentos que están aprobados o autorizados en los Estados Unidos para el tratamiento del COVID-19: un medicamento de administración oral de la marca Paxlovid, que incluye dos fármacos diferentes, el nirmatrelvir y el ritonavir; el remdesivir, que se administra mediante infusión, y otro medicamento de administración oral, el molnupiravir, que también se conoce por su nombre comercial, Lagevrio. El Paxlovid es el primer tratamiento que se suele recomendar para evitar la forma grave del COVID-19. Pero algunos pacientes con enfermedades renales o hepáticas graves no pueden tomar Paxlovid, y otras no pueden debido a su interacción con otros medicamentos. En el caso de esos pacientes, la mejor alternativa disponible es el remdesivir. Los NIH recomiendan la tercera opción, molnupiravir, cuando las otras dos no están disponibles.
Los tres tratamientos tienen mayor eficacia si se inician poco después de la aparición de los síntomas. Los expertos recomiendan que el tratamiento con Paxlovid y molnupiravir se inicie dentro de los cinco días de la aparición de los síntomas, mientras que las infusiones con remdesivir se deben iniciar dentro de los siete días.
Unas tres semanas después de que Gold recibiera el remdesivir, dice que su infección respiratoria no fue tan grave como la de su esposo. Contrajo el COVID-19 unos días antes que ella, pero no pudo acceder al tratamiento por la necesidad de hacerlo dentro de un período determinado. A pesar de una tos que persiste y algo de fatiga, Gold pudo volver al trabajo y ya está de nuevo atendiendo a las mascotas locales como veterinaria.
“Estoy tan contenta de haber podido recibir este tratamiento”, dijo Gold. “Fui afortunada en varios sentidos: estoy vacunada, lo que sé que reduce la gravedad del COVID-19, y vivo en un lugar donde hay tratamiento disponible. Quiero que otras personas también sepan que puede ser una buena alternativa para ellas”.
Clínica de tratamiento de pacientes con COVID-19 de OHSU:
La clínica de tratamiento de pacientes con COVID-19 de OHSU ofrece remdesivir de lunes a viernes. Se debe programar una cita. Los pacientes reciben las infusiones de antivirales en salas privadas, con el apoyo del personal de enfermería de OHSU. Cada cita dura unas tres horas, que incluyen tanto la administración de la infusión como el período de espera para confirmar que los pacientes responden bien al tratamiento.
Para coordinar una cita con la clínica de tratamiento de pacientes con COVID, los pacientes primero deben tener una consulta con un proveedor de atención inmediata de OHSU, quien determinará cuál es la mejor opción de tratamiento. Se pueden programar consultas de atención inmediata virtuales en línea, o consultas de atención inmediata telefónicas o presenciales llamando al 503-494-1700.