Desde el escenario, y frente a un público virtual y presencial de más de 1,000 personas, tuvo apenas unos minutos para presentar la idea a tres jueces, cada uno representante de un posible aportante de fondos. Después de su presentación de cinco minutos, respondió las preguntas de los jueces con la esperanza de ganar la competencia y lograr el premio más alto.
Puede sonar a un programa de realidad de televisión, pero precisamente en eso consistió.
Michael A. Harris, Ph.D., profesor de Pediatría en el Institute on Development and Disability de Oregon Health & Science University y OHSU Doernbecher Children’s Hospital, fue el encargado de presentar un programa que ayuda a jóvenes con diabetes que enfrentan circunstancias sociales muy difíciles, en la edición 83 de Sesiones Científicas de la American Diabetes Association, en San Diego. Gracias a este novedoso reto de innovación, organizado por primera vez por la American Diabetes Association, los postulantes pudieron presentar a jueces de tres prestigiosas organizaciones sus propuestas con la esperanza de acceder a una reunión personal con cada uno de ellos y, en última instancia, a los fondos necesarios para financiar la idea.
Harris fue uno de los creadores del programa Novel Interventions in Children's Healthcare (NICH) en 2011, junto a su colega Kimberly Spiro, Ph.D. El programa NICH mejora sustancialmente la atención y el tratamiento de jóvenes con afecciones crónicas y complejas que sufren una carga social desproporcionada. El programa brinda apoyo a jóvenes con diabetes y otras afecciones, para que puedan acceder a servicios de atención médica de primer nivel, y al mismo tiempo los ayuda a transitar situaciones sociales complejas como la falta de acceso a vivienda, dificultades de transporte, falta de empleo o empleo precario, entre muchas otras.
Los miembros del equipo del NICH, conocidos como intervencionistas, son enviados a la comunidad e intervienen en las vidas de estos jóvenes para ayudar a las familias a comprender y utilizar su sistema local de atención médica y servicios sociales, que suele funcionar en forma aislada, y llevar recursos a las familias.
En su presentación, Harris compartió la historia de una paciente adolescente que había sido ingresada en OHSU por complicaciones de su diabetes tipo 1, 22 veces en un mismo año. Con la ayuda del NICH, logró mejorar sus niveles de azúcar en la sangre y ya no necesitó más hospitalizaciones. Ahora vive de manera independiente y se inscribió en la escuela de enfermería.
“A través del NICH llegamos a las poblaciones más vulnerables que, no por su propia responsabilidad, quedan sepultadas debajo de una montaña de dificultades sociales”, dijo Harris. “La diabetes, junto con otras afecciones crónicas y complejas, es sumamente difícil de manejar, incluso bajo las mejores circunstancias. Si a esto le sumamos las dificultades sociales, el manejo se vuelve casi imposible”.
Harris fue uno de seis finalistas en un competitivo grupo de más de 60 postulantes. El público y los jueces emitieron sus votos y el NICH resultó el ganador del Premio a la Innovación, junto a otros dos proyectos. Harris tiene todo el derecho a sentirse especialmente realizado con este logro, que además le dio acceso a los jueces, que representan a tres organizaciones que podrían aportar los fondos para financiar el programa: Helmsley Charitable Trust, Swiss Diabetes Venture Fund y Startup Health.
“Las personas están buscando invertir en el tipo de trabajo que hacemos aquí”, dijo Harris. “Un aspecto destacable del NICH y OHSU es que fuimos los únicos finalistas que operamos en el ámbito de los ‘determinantes sociales de la salud’, por lo que haber ganado es incluso más significativo”.
El fundamento del concurso es acelerar el proceso desde el concepto hasta la comercialización en torno a formas nuevas de tratar y atender a personas con diabetes.
“Nuestro objetivo es apoyar la innovación y dar a conocer estas ideas que podrían cambiar vidas a socios que puedan aportar los recursos y la orientación necesarios para avanzar en la atención de pacientes”, dijo Chuck Henderson, Director Ejecutivo de la ADA. “Felicitamos a los ganadores por su trabajo y celebramos lo que depara el futuro”.
Para Harris y el resto del equipo del NICH, ese futuro significa crecer y ampliar sus servicios en Oregón y más allá. El NICH tiene 17 intervencionistas en Oregón, en ciudades como Portland, Bend, Salem, Eugene y Coos Bay. Además, el NICH fue lanzado también en Stanford Medicine Children’s Health y UCSF Benioff Children’s Hospitals.
“OHSU nos ha dado la oportunidad de lograrlo brindando su apoyo y recursos”, dijo Harris. “Creo que realmente nuestros actos hablan por sí solos: intervenimos en los determinantes sociales de la salud para nuestros jóvenes más vulnerables, y esto debería ser un ejemplo de lo que puede —y debe— funcionar”.