Una nueva herramienta de evaluación ofrece orientación práctica para el diagnóstico de un tipo extremo de aislamiento social conocido como hikikomori.
La herramienta de evaluación de diagnóstico fue publicada hoy, con una carta adjunta de los coautores en la revista World Psychiatry. La herramienta es la primera técnica estructurada para evaluar a las personas que sufren una afección detectada por primera vez en jóvenes en Japón, pero que se cree que afecta a muchas personas de todas las edades alrededor del mundo.
Conocida como Evaluación de Diagnóstico de Hikikomori, o HiDE, la herramienta ofrece orientación práctica y preguntas estructuradas para una entrevista que ayuda a los profesionales clínicos a diagnosticar la afección.
“Los proveedores y pacientes que escucharon hablar de hikikomori siguen teniendo poca información acerca de qué es exactamente o cómo podrían ser evaluados clínicamente”, dijo el autor principal, Dr. Alan Teo, profesor adjunto de psiquiatría en School of Medicine de Oregon Health & Science University, y psiquiatra del Sistema de Atención Médica de Asuntos para Veteranos de Portland. “Los familiares han buscado terapeutas y psiquiatras que pudieran ayudarlos, pero se han quedado en callejones sin salida”.
El hikikomori es un tipo de aislamiento social patológico cuya característica esencial es el aislamiento físico en la propia casa. De conformidad con la definición publicada en 2020, la persona debe reunir los siguientes criterios:
- Aislamiento social marcado y en su casa.
- Aislamiento social continuo que dura al menos seis meses.
- Importante deterioro funcional o angustia asociados al aislamiento social.
El hikikomori se distingue por un cuadro de estrés causado por un aislamiento de meses en casa.
La nueva herramienta de evaluación es un mapa de ruta para que los profesionales clínicos puedan diagnosticar claramente el hikikomori, que se diferencia de otros tipos de enfermedades mentales, como el trastorno de ansiedad generalizada.
A principios de 2020, Teo y sus coautores publicaron una definición simplificada y clara del hikikomori en World Psychiatry. Apenas habían transcurrido unos días de esa publicación cuando la pandemia del COVID-19 forzó a buena parte del mundo a trabajar desde casa y evitar las reuniones grandes, lo que introdujo el aislamiento social extremo en las vidas de algunos y lo amplificó en las vidas de otras personas.
“Cuando golpeó el COVID, las personas empezaron a pasar más tiempo solas, en sus propias cuevas”, dijo Teo. “Eso afectó la forma en que vivimos. Además, la tecnología propicia que miremos nuestras pantallas y dejemos de mirarnos a los ojos. No puedo evitar pensar que todos estos factores están llevando a más personas a un aumento en su riesgo de hikikomori”.
El próximo paso será crear una guía clínica para tratar la afección, una vez que se diagnostica correctamente.
“No sabemos cuáles son los tratamientos que funcionan y cuáles no”, dijo Teo. “Estamos enfocados en hacer las cosas un paso a la vez. Uno no puede tratar algo si no puede ponerse de acuerdo sobre qué es o si no lo puede diagnosticar”.