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Promisorio estudio sobre terapia génica para el tratamiento del trastorno por consumo de alcohol

Ya utilizado para la enfermedad de Parkinson, los investigadores de OHSU descubrieron que el tratamiento quirúrgico reducía sustancialmente el trastorno crónico por consumo excesivo de alcohol
Kathleen Grant, Ph.D., profesora y jefa de la División de Neurociencia del Oregon National Primate Research Center de OHSU. (OHSU/Christine Torres Hicks)
Kathleen Grant, Ph.D., profesora y jefa de la División de Neurociencia del Oregon National Primate Research Center de OHSU. (OHSU/Christine Torres Hicks)

Un tipo de terapia génica que se usa en la actualidad para el tratamiento de la enfermedad de Parkinson podría reducir de manera sustancial el consumo de alcohol entre tomadores crónicos, según descubrieron investigadores de Oregon Health & Science University e instituciones de todo el país.

En el estudio en primates no humanos se observó que implantar un tipo específico de molécula que induce el crecimiento celular restablece de manera efectiva la respuesta de recompensa de dopamina del cerebro en animales predispuestos a beber mucho. El procedimiento de terapia génica involucra una cirugía cerebral, y podría ser útil para el tratamiento de los casos más graves de trastorno de alcoholismo.

“Fue sumamente eficaz”, dijo la coautora sénior Kathleen Grant, Ph.D., profesora y jefa de la División de Neurociencia del Oregon National Primate Research Center, u ONPRC, de OHSU.

El estudio fue publicado hoy en la revista Natural Medicine

El virus implantando no es perjudicial y transporta un gen que codifica la proteína conocida como factor neurotrófico derivado de la glía, o GDNF. Fue inyectado en una zona específica del cerebro de un grupo de macacos rhesus que beben etanol diluido en agua de manera voluntaria y excesiva. Después de someter al procedimiento a cuatro macacos, los investigadores descubrieron que su consumo había caído más del 90% en relación con el grupo de control.

“El hábito de beber bajó a casi cero”, dijo Grant. “Durante meses estos animales optaron por beber agua y simplemente evitar el alcohol”. Redujeron su hábito de beber a tal punto que los niveles de alcohol en su sangre eran indetectables”.

El GDNF es conocido como un factor de crecimiento y, en este caso, el equipo de investigación midió una mejora en la función de las neuronas del cerebro que sintetizan la dopamina, un químico de bienestar que se libera en el cerebro. En el caso del trastorno por consumo de alcohol, beber de manera crónica reduce la liberación de dopamina.

“La dopamina participa del refuerzo del comportamiento y en la capacidad de las personas de encontrar placer en ciertas cosas”, dijo Grant. “El consumo agudo de alcohol puede aumentar la dopamina. Sin embargo, cuando el consumo de alcohol se vuelve crónico, el cerebro se adapta de manera tal que reduce la liberación de dopamina. Entonces, cuando las personas tienen una adicción al alcohol, en realidad no sienten más placer al beber. Parece que beben más porque sienten la necesidad de mantener un estado de intoxicación”.

Los investigadores mejoraron la liberación de dopamina aplicando el GDNF a una zona del cerebro donde está ubicada la dopamina.

Los veterinarios del ONPRC usaron pruebas de resonancia magnética como guía para insertar el GDNF usando un virus adenoasociado en el área ventral tegmental del cerebro. El virus adenoasociado es un virus ADN monocatenario que no enferma al sujeto. El procedimiento ya se utiliza en pacientes adultos con enfermedad de Parkinson y en niños para tratar un trastorno genético poco frecuente conocido como deficiencia de L- aminoácido aromático descarboxilasa que, entre otros síntomas, dificulta el movimiento.

Los resultados fueron impresionantes.

“Los monos que fueron tratados con este gen mostraron una sobreexpresión permanente de dopamina y su hábito de beber se redujo de manera sustancial”, dijo Grant.

El trastorno por consumo de alcohol y las muertes asociadas al consumo de alcohol siguen siendo un problema importante en los Estados Unidos y en todo el mundo, con un estimado de aproximadamente 140,000 muertes al año por causas relacionadas con el alcohol, según el National Institute on Alcohol Abuse and Alcoholism de los Institutos Nacionales de Salud. Las muertes estimadas en todo el mundo se calculan en 2.4 millones.

El nuevo estudio describe un tipo de tratamiento que altera de manera permanente el cerebro a través de una cirugía, por lo que la terapia estaría limitada a aquellos casos más graves de trastorno por consumo de alcohol, dijo Grant.

“Sería más apropiado para las personas que probaron todos los enfoques terapéuticos habituales y no les funcionaron”, dijo. “Aquellos que podrían autolesionarse gravemente, cometer suicidio o poner en riesgo la vida de otras personas a causa de la bebida”.

El Dr. Krystof S. Bankiewicz, Ph.D., de University of California, San Francisco y The Ohio State University es coautor sénior junto con Grant.

Los coautores incluyen a Matthew M. Ford, Ph.D., de OHSU y Lewis & Clark College; Lauren E. Vanderhooft y Jodi L. McBride, Ph.D., de OHSU; Brianna E. George, Katherine M. Holleran, Emily G. Peck, Monica H. Dawes y Sara R. Jones, Ph.D., de Wake Forest University; Victor S. Van Laar de Ohio State; Jerusha Naidoo, Piotr Hadaczek, Ph.D. y Lluis Samaranch, Ph.D., de UCSF y Ohio State; y Kousaku Ohno, John Bringas y John R. Forsayeth, Ph.D., de UCSF.

La investigación contó con fondos de apoyo del National Institute on Alcohol Abuse and Alcoholism de los Institutos Nacionales de Salud, con la subvención R01AA024757 y las subvenciones de los NIH U01 AA013510, U01 AA014091, P60 AA010760, R24 AA019431, P51 OD011092 y P50 AA026117. El contenido es responsabilidad únicamente de los autores y no necesariamente representa las opiniones oficiales de los NIH.

Todas las investigaciones que involucren animales en OHSU deben ser revisadas y aprobadas por el Institutional Animal Care and Use Committee (IACUC) de la universidad. La prioridad del IACUC es garantizar la salud y la seguridad de los animales que participan en la investigación. El IACUC también revisa los procedimientos para garantizar la salud y seguridad de las personas que trabajan con los animales. No se puede realizar ningún trabajo con animales vivos en OHSU sin la aprobación del IACUC.

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