Oregon Health & Science University encabeza una iniciativa en todo el país para determinar el papel de la atención de maternidad respetuosa, conocida como RMC por sus siglas en inglés, a la hora de mejorar los malos resultados y que siguen empeorando en la salud de personas embarazadas y en posparto en los Estados Unidos.
El estudio, financiado por la Agencia de Investigacion de Atención Médica y Calidad y el Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos fue publicado hoy en Annals of Internal Medicine, y su objetivo es comprender mejor la RMC, cómo medirla y definirla, y si implementar la RMC tiene un efecto sobre cuestiones importantes de salud en las personas embarazadas, particularmente aquellas que tienen mayor riesgo de sufrir inequidades en el acceso a la salud.
“Estamos frente a una creciente crisis de salud materna en el país, especialmente entre mujeres negras, y un factor importante que contribuye a esto es el racismo y los sesgos implícitos de los profesionales de la salud”, dijo la Dra. Amy G. Cantor, M.P.H., profesora asociada de informática médica y epidemiología clínica, medicina familiar y obstetricia y ginecología en OHSU School of Medicine e investigadora y autora principal del estudio.
La morbilidad y mortalidad maternas son peores en los Estados Unidos que los demás países de altos ingresos, y el Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos, o HHS, refieren que la salud materna en general sigue empeorando y las desigualdades siguen creciendo. Hay nuevos estudios de investigación que sugieren que la atención no respetuosa durante el parto contribuye a estos problemas.
“Abordar esta crisis exigirá soluciones audaces en torno a las políticas públicas y una importante reforma del sistema de atención médica, pero no podremos lograr un cambio significativo y que se mantenga en el tiempo sin saber con claridad qué es la atención materna respetuosa”, dijo Cantor. “Este trabajo aporta un muy necesario punto de partida para desarrollar un estándar de atención y responsabilidad que adopten todos los sistemas de salud”.
Crisis de salud materna
Es más seguro estar embarazada y dar a luz en todos los demás países de altos ingresos, e incluso en varios países de ingresos moderados, que estar embarazada y dar a luz en los Estados Unidos. Esto afecta de manera negativa a toda la población de los servicios de maternidad, y el mayor impacto lo sufren las mujeres negras.
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, las mujeres negras tienen hasta el triple de riesgo de morir por complicaciones asociadas al embarazo que las mujeres blancas. También tienen mayor probabilidad de sufrir afecciones que ponen en riesgo su vida, como preeclampsia, hemorragia posparto y coágulos y complicaciones asociadas al embarazo, como parto pretérmino y bebés con bajo peso al nacer.
Estos problemas persisten desde hace generaciones, debido a la prolongada falta de una adecuada investigación en salud reproductiva y de políticas públicas e innovación, además del racismo estructural y sistémico en todos los entornos de atención médica.
En 2020, el HHS lanzó una iniciativa que alcanza a todo el departamento para mejorar la salud materna, y la RMC es un componente crítico de esa iniciativa. Sin embargo, no existía una definición universal de la RMC; definir la RMC y sus componentes, así como identificar herramientas para medir e implementar una atención segura y respetuosa, fue fundamental para contar con la información necesaria para establecer las metas de un programa futuro y abordar esta crisis nacional de salud pública.
El equipo de investigación de OHSU recibió una subvención de $520,000 de la Agencia de Investigación en Atención Médica y Calidad, o AHQR, una división del HHS cuyo objetivo es mejorar la seguridad y calidad de la atención médica. La AHRQ encomendó el trabajo como parte de su iniciativa federal, y la revisión sistemática también fue incluida como un componente clave del Documento de la Casa Blanca para Abordar la Crisis de Salud Materna.
Esta investigación será utilizada por agencias federales y no federales, profesionales clínicos, pacientes y encargados de políticas públicas para entender mejor cómo definir la RMC y su importancia para la salud materno-infantil y la experiencia de los pacientes.
Dar a luz con dignidad y autonomía
Durante una revisión sistemática, el equipo de investigación identificó 12 marcos de RMC y aisló componentes y temas críticos para crear consenso en torno a una definición universal.
Se identificaron dos conceptos principales: falta de respeto y abuso, que se centran en reconocer el maltrato durante la experiencia del parto; y basados en los derechos, que incluye la justicia reproductiva, los derechos humanos y el antirracismo.
Además, hubo temas superpuestos en los que se centraron los investigadores, como no sufrir abuso, el consentimiento, la privacidad, la dignidad, la comunicación, la seguridad y la justicia.
El equipo elaboró una definición con los datos obtenidos; teniendo en cuenta la historia y los conceptos contenidos en los marcos teóricos y la forma en que se superponen, además del aporte de expertos clínicos y de contenido:
Atención respetuosa de la maternidad: un enfoque hacia la atención de la maternidad que honra a la persona, su dignidad, autonomía y preferencias de quienes dan a luz, previene la falta de respeto y el maltrato hacia las personas que reciben servicios de atención de maternidad y ofrece un paradigma práctico para la prestación y recepción de atención del parto a través de un marco basado en derechos y justicia reproductiva.
Las investigadoras dicen que este trabajo tendrá un impacto extendido en los sistemas de salud, para los profesionales clínicos y pacientes.
“Según nuestra investigación, ‘demorar, denegar y desestimar’ son posturas que impulsan la morbilidad y mortalidad materna en los Estados Unidos, y estos factores están directamente vinculados a cuestiones de respeto”, dijo Ellen L. Tilden, Ph.D., C.N.M., profesora asociada de enfermería obstétrica en OHSU School of Nursing y de obstetricia y ginecología en OHSU School of Medicine, y coinvestigadora en el estudio.
“La atención irrespetuosa de la maternidad puede incluir procedimientos sin consentimiento, mala comunicación y no escuchar o responder a inquietudes y síntomas. Lamentablemente, este tipo de experiencias son demasiado frecuentes entre las pacientes”, dijo Tilden. “Este trabajo es un paso importante, pero todavía queda mucho por hacer. Es fundamental que los profesionales clínicos, directivos de sistemas de salud y encargados de políticas públicas sigan trabajando juntos y tomen medidas concretas y deliberadas para mejorar la salud de las madres y personas gestantes de este país”.
Las investigadoras señalan que hay otros factores a considerar en relación con la RMC, y dicen que es necesario un esfuerzo conjunto y acordado para abordar los efectos del trauma obstétrico, la violencia y el racismo.
“Realmente queremos alentar a los equipos de atención a que procuren comprender la prevalencia de traumas anteriores y potenciales, y su efecto en la experiencia del parto”, dijo Cantor. “En definitiva, estamos trabajando para construir un sistema de salud en el que se escuche a todas las personas y se les brinde la atención segura y respetuosa que merecen”.
Este artículo se basa en la investigación realizada por el Pacific Northwest Evidence-based Practice Center (EPC) en virtud de su contrato con la Agencia de Investigación en Atención Médica y Calidad (AHRQ), Rockville, MD (Contrato n.° 75Q80120D00006). Los hallazgos y conclusiones de este documento pertenecen a sus autoras, quienes son las responsables del contenido; los hallazgos y conclusiones no necesariamente reflejan la posición de la AHRQ. Por consiguiente, no se debe interpretar ninguna porción de este artículo como la posición oficial de la AHRQ ni del Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos.