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Ensayo clínico de OHSU prueba el ejercicio como tratamiento de la esclerosis múltiple

El estudio analiza si el ejercicio ayuda a restablecer la mielina en el sistema nervioso central para abordar los síntomas de la EM
Tom Jacobs es una de las personas con esclerosis múltiple que participa de un nuevo ensayo clínico de OHSU que está probando si el ejercicio aeróbico propicia la reparación de la mielina, la capa protectora que cubre las fibras nerviosas del sistema nervioso central. (Cortesía de Tom Jacobs)
Tom Jacobs es una de las personas con esclerosis múltiple que participa de un nuevo ensayo clínico de OHSU que está probando si el ejercicio aeróbico propicia la reparación de la mielina, la capa protectora que cubre las fibras nerviosas del sistema nervioso central. (Cortesía de Tom Jacobs)

Un ensayo clínico en curso en Oregon Health & Science University está buscando demostrar la hipótesis de que el ejercicio no es solo bueno para la salud, sino que además mejora los resultados clínicos al reparar el daño neuronal en personas con esclerosis múltiple, o EM.

El ensayo se cuenta entre uno de los primeros en probar entre personas con EM si el ejercicio aeróbico combinado con los tratamientos actuales propicia la reparación de la mielina, que es la capa protectora que cubre las fibras nerviosas del sistema nervioso central. La EM desacelera o bloquea las señales que permiten que las personas puedan ver, mover sus músculos, experimentar sensaciones y pensar. La reparación de la mielina podría restablecer la función y prevenir el proceso neurodegenerativo.

Lindsey Wooliscroft, M.D., M.Sc., M.C.R.
Lindsey Wooliscroft, M.D., M.Sc., M.C.R. (OHSU)

“Las personas con EM se ven desbordadas por la fatiga y falta de energía y deben administrar su tiempo de manera productiva”, dijo la Dra. Lindsey Wooliscroft, M.Sc., M.C.R., profesora adjunta de neurología en OHSU School of Medicine, que encabeza el ensayo. “Estamos probando si el ejercicio podría modificar su enfermedad, para que puedan integrarlo a su rutina de cuidado con su neurólogo y fisioterapeuta”.

Hay varios tratamientos y medicamentos para aliviar los síntomas de la EM, pero en la actualidad no hay una cura que repare el daño neuronal.

En modelos con animales para estudiar la EM, el ejercicio aeróbico libera moléculas que promueve la reparación de la mielina y ayudan a las células inmaduras, llamadas células precursoras de oligodendrocitos, a madurar y convertirse en células que pueden envolver la mielina, dijo Wooliscroft.

Dijo además que es posible que el ejercicio aeróbico maximice la eficacia de medicamentos reparadores de la mielina que están en desarrollo en la actualidad.

En el ensayo clínico de OHSU se está probando si una rutina regular de ejercicio aeróbico mejora para las personas la capacidad de su organismo de regenerar la mielina al activar los mismos circuitos que son importantes para caminar, mantener el equilibrio y hacer actividad física.

Tom Jacobs está convencido de que para él marcó una diferencia.

Entusiasta de la pesca con mosca, Jacobs descubrió que podía vadear en ríos en la región central de Idaho y el oeste de Montana sin sentirse agotado y a pesar de las rocas resbaladizas y la correntada. Lo consideró una gran mejora desde que inició su régimen de ejercicio en bicicleta tres veces a la semana en octubre de 2021.

“No es solo que mejoré mi salud cardíaca en general, sino que además no necesariamente esperaba que mi equilibrio mejorara también”, dijo Jacobs, de 57 años, que fue el primer participante inscrito en el ensayo en curso de OHSU.

A causa de la pandemia del COVID-19, el estudio de OHSU se modificó para entregar a los participantes una bicicleta fija que podían usar en casa en lugar de pedirles que fueran a un lugar en el campus de OHSU en South Waterfront. Todos los participantes se ejercitan en la bicicleta tres veces a la semana por 30 minutos a lo largo de un período de seis meses.

El ensayo está inscribiendo a personas con EM menores de 65 años de edad y que todavía están en condiciones de hacer ejercicio, a pesar de su diagnóstico de EM.

En el caso de Jacobs, siguió haciendo ejercicio regular incluso después de terminar su participación en el ensayo clínico. Dijo que está en mejor estado físico en general, y que está convencido de que sus síntomas de EM mejoraron, especialmente su fuerza y equilibrio al pescar trucha.

“Voy mucho a pescar, y no me refiero a sentarme en un bote en medio del río Willamette”, dijo. “Estamos en el medio de la nada, subiendo y bajando colinas, atravesando zonas boscosas sin senderos. Sin duda noto una mejora en mi equilibrio.

“Es sutil, pero suficiente para que me resulte importante”.

Wooliscroft dijo que sigue la búsqueda de candidatos para el ensayo clínico; espera terminar con la recopilación de datos a fines de este año, y posiblemente los primeros resultados estén a principios del 2024.

Los fondos para financiar esta investigación provienen de Oregon Health & Science University, el Eunice Kennedy Shriver National Institute of Child Health and Human Development, el Portland VA Health Care System, el Oregon Clinical and Translational Research Institute de OHSU, la Myelin Repair Foundation y la Medical Research Foundation of Oregon. La investigación cuenta con el apoyo de la Multiple Sclerosis Leadership and Innovation Foundation, financiada por EMD Serono, Inc., USA, filial de Merck KgaA, Darmstadt, de Alemania en los Estados Unidos y Canadá.

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