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Nueva investigación explora los vínculos entre trastornos del sueño y la enfermedad de Parkinson.

El Departamento de Defensa de EUA otorga $4 millones a investigadores en OHSU, University of Washington, Va Portland, Va Puget Sound para colaborar en estudio nuevo
La Dra. Miranda Lim, Ph.D. y Jonathan Elliott, Ph.D. junto con otros colaboradores de investigación en Portland y Seattle que trabajan en un proyecto para mejorar el entendimiento científico del sistema glinfático del cerebro. (Christine Torres Hicks/OHSU)
La Dra. Miranda Lim, Ph.D. y Jonathan Elliott, Ph.D. junto con otros colaboradores de investigación en Portland y Seattle que trabajan en un proyecto para mejorar el entendimiento científico del sistema glinfático del cerebro. (Christine Torres Hicks/OHSU)

La gran mayoría de personas con un trastorno del sueño que supone movimientos repentinos o violentos que de forma desproporcionada afecta a veteranos militares se conocen por desarrollar la enfermedad de Parkinson. Pero, en definitiva, ¿una conduce a la otra? Y si ese es el caso, ¿es posible reducir el riesgo?

A un equipo de investigación que incluye a la Oregon Health & Science University se le otorgaron $4 millones en el curso de cuatro años para que lo indagaran.

Investigadores de OHSU, VA Portland Health Care System, University of Washington y el VA Puget Sound Health Care System recibieron una subvención de $4 millones el otoño pasado por parte del Departamento de Defensa de EUA. Ahora ya están por dar comienzo al reclutamiento.

Jonathan Elliott, Ph.D., sin pelo, con una camisa de vestir azul, sonriendo en un pasillo.
Jonathan Elliott, Ph.D. (OHSU)

“En promedio, las personas con este trastorno del sueño y sin ningún otro síntoma de Parkinson se consideran en etapa muy temprana de la progresión de la enfermedad”, asevera Jonathan Elliott, Ph.D., investigador principal y profesor asistente de neurología de la School of Medicine de OHSU. “El tratamiento temprano tendrá mayor probabilidad de tener éxito.”

Entender el sistema glinfático

Los investigadores creen que las respuestas están en el sistema glinfático, una amplia red cerebral de vías que desecha proteínas y desperdicio metabólico. Este sistema está especialmente activo durante el sueño profundo.

Miranda Lim, M.D., Ph.D., tiene un suéter verde, cabello oscuro y corto, anteojos, está parada en un pasillo, sonriendo.
Miranda Lim, M.D., Ph.D. (OHSU)

“En última instancia, estamos en busca de un modo de realzar la función del sistema glinfático durante el sueño,” explica la Dra. Miranda Lim, Ph.D., neuróloga del sueño en OHSU y del Centro Clínico, Educativo y de Investigación de Enfermedades Mentales del Noroeste del Portland VA VISN20 y del Centro Clínico, Educativo y de Investigación de la Enfermedad de Parkinson. “El primer paso es entender mejor el mismo sistema glinfático”.

Para dicho fin, los investigadores reclutarán tres grupos de personas dispuestas a someterse a imágenes de resonancias magnéticas o MRI: gente afectada por el Parkinson, gente con el trastorno del sueño relacionado y un grupo de control de voluntarios sanos.

El Parkinson afecta a alrededor de 1.5 millones de personas en Estados Unidos con síntomas que incluyen temblores, rigidez muscular, movimientos lentos, problemas de coordinación y equilibrio.

Los investigadores buscan poder discernir la relación entre el Parkinson y el trastorno conductual del sueño REM o RBD. REM es una abreviatura para Rapid Eye Movement (movimiento ocular rápido), un periodo de sueño profundo cuando los músculos están efectivamente paralizados. En casos de RBD, la parálisis muscular está afectada hasta el punto de que quienes la padecen actúan los sueños dormidos, causando que en ocasiones se lesionen a sí mismos o sus compañeros de cama.

Se considera que se trata de una enfermedad rara.

No obstante, un estudio anterior de OHSU donde participaron cientos de veteranos de EUA encontró que dicha proporción aumentó en un 9% de veteranos en el estudio y que llegó hasta un 21% entre quienes tienen el trastorno de estrés postraumático. Peor aún, los investigadores aseveran que un asombroso 96% de personas con RBD proceden a desarrollar la enfermedad de Parkinson o trastornos muy relacionados con Parkinson, si bien para algunas personas esta puede tardar décadas.

La nueva iniciativa de investigación cuenta con tres proyectos distintos:

  • El primero, encabezado por Elliott, hará uso de MRI para examinar la función glinfática de las personas con RBD y Parkinson de etapa tardía, comparándolos con el grupo de control sano.
  • El segundo, encabezado por Lim, examinará ratones tratados con prazosina, un medicamento para la presión arterial en ocasiones usado para tratar las pesadillas asociadas con el trastorno de estrés postraumático, para ver si mejora los síntomas de RBD y reduce la agregación de un tipo de proteína llamada alfa-sinucleína, la cual se conoce por agruparse en el cerebro de pacientes con Parkinson en racimos conocidos como cuerpos de Lewy.
  • El tercero está liderado por Jeffrey Iliff, Ph.D., neurocientífico de la University of Washington y de VA Puget Sound, así como en el VISN20 Northwest MIRECC. Este tercer proyecto examinará tejido cerebral donado post mortem para estudiar de cerca la función glinfática y la patología relacionada con Parkinson.
Jeffrey Iliff, Ph.D., tiene cabello gris, chaqueta negra, camisa azul y anteojos, y sonríe junto a una pared de ladrillos.
Jeffrey Iliff, Ph.D. (Courtesy)

“Esta es una colaboración singular” dijo Iliff. “Al involucrar el espectro completo de la investigación —desde personas y un modelo con animales hasta con tejido postmortem de cerebros humanos— creemos que este proyecto responderá algunas preguntas fundamentales acerca de la forma en que la disfunción glinfática puede contribuir a trastornos como la enfermedad de Parkinson y la demencia por cuerpos de Lewy, algo de lo que sabemos relativamente poco en la actualidad”.

La importancia de dormir bien

Los investigadores esperan poder medir la función glinfática, especialmente en personas que duermen mal o padecen RBD. A largo plazo, su trabajo podría llevar al desarrollo de nuevos medicamentos, dispositivos o cambios de vida que mantengan o mejoren la función del sistema glinfático.

“Todavía no tenemos un marcador biológico clínico”, explica Lim. “Pero es posible que usemos MRI para tener una imagen instantánea de la función glinfática”.

Si bien la iniciativa realzará la comprensión científica básica del sistema glinfático, los investigadores ya saben, gracias a investigaciones anteriores con ratones en la década pasada, de que la función glinfática parece funcionar óptimamente durante el sueño profundo. El sueño se puede tratar a la par con la dieta y el ejercicio como un pilar esencial de la buena salud, indicó Lim.

“Es más alcanzable, sustentable y gratificante de lo que se pueda pensar —explica— en contraste con hallar una bala o medicamento mágico que se supone debe curar todo lo que nos aflija”.

Esta investigación es respaldada por el Departamento de Defensa de EUA, el Parkinson Research Program, subvenciones números HT9425-24-1-0774, HT9425-24-1-0775 y HT9425-24-1-0776.

Todas las investigaciones que involucren Va Portland deben ser revisadas y aprobadas por el Institutional Animal Care and Use Committee (IACUC) y Research & Development Committee. La prioridad del IACUC es asegurar la salud y seguridad de los animales involucrados en la investigación. El IACUC también revisa los procedimientos para asegurar la salud y seguridad de las personas que trabajan con los animales. El IACUC lleva a cabo una revisión rigurosa de todas las propuestas de investigación con animales para garantizar que demuestren valor científico y se justifique el uso de animales vivos.

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